En el ambiente represivo de la Europa cristiana del siglo XIII, ser percibido como disidente espiritual equivalía a sacar todos los números para el patíbulo. Por eso los relatos griálicos fingen describir una búsqueda larga y peligrosa, la de la suprema reliquia sagrada, el cáliz de Cristo.
El buscador se pone en route a tentaciones y peligros físicos de muchas clases. Y esto no era, a fin de cuentas, sino la expresión poética de una realidad medieval bien conocida por todos: la ruta del peregrino y sus peligros. Era costumbre admitida que los devotos realizasen un largo y arduo viaje con el fin de venerar las reliquias de algún santo fenecido desde hacía mucho tiempo en lejanos países.
¿Acaso no era la búsqueda del Santo Grial cosa muy parecida? Pero no se trataba en absoluto de buscar una reliquia física. Era la descripción alegórica, en términos admisibles para la fe católica, de una búsqueda herética y alquímica.
Las narraciones de Chrétien de Troyes y Wolfram von Eschenbach son guías para un camino de perfección espiritual, en donde el "vil metal" de la humanidad falible se transmutará por fin en el "oro puro" de la unión espiritual con lo divino. De tal manera que Parzival no es ni más ni menos que la guía codificada de un camino ascendente de iniciación.
Comprenden los relatos griálicos otras alusiones codificadas o sistemas de creencias incompatibles con el poder monolítico de la Santa Madre Iglesia. Se describe al rey del Castillo del Grial como el Rey Pescador, cuyo estado de salud o falta de ella refleja la situación espiritual y física de la nación a la que él sirve.
El llagado Rey Pescador sirve imperfectamente a un país empobrecido, y así también los usurpadores que dirigen a la Iglesia cristiana deterioran la vida espiritual de aquellos a quienes pretenden servir. Cuando el Rey Pescador recobre la salud gracias a aquel cuya pureza le permite ver el Grial, retornará la buena fortuna a su reino arrasado. Cuando las auténticas enseñanzas de Jesús triunfen una vez más sobre la codicia, las mentiras y la hipocresía, será posible la devolución del poder de los cielos sobre la tierra, que es el objetivo último de la doctrina de Rex Deus.
En esto consiste el significado del Grial, de acuerdo con un mitólogo de reputación internacional. Al tratar de la importancia del Grial, el profesor Joseph Campbell cita en particular un pasaje del Evangelio de Tomás: "Aquel que beba de mi boca será como yo, y yo seré él".
Según Campbell estas palabras describen la revelación última, la iluminación resultante del éxito en la búsqueda del Santo Grial. Podríamos seguir encontrando en el relato otras claves que apuntan a Rex Deus y a las creencias de los templarios. La visión de una cabeza ensangrentada que llevan en bandeja a una celebración simboliza la importancia de la cabeza de Juan el Bautista, y las alusiones a Sofía, el principio femenino de la Sabiduría, son demasiado numerosas para recontarlas.
M. Hopkins - G. Simmans - T.Wallace-Murphy: LOS HIJOS SECRETOS DEL GRIAL
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