El dios griego Hermes creó una forma de hacer que los recipientes no permitieran pasar el aire. De allí la palabra hermético, que también designa a las ciencias ocultas, especialmente la alquimia.
Otra voz derivada de Hermes (aparentemente de origen no indoeuropeo) es hermenéutico/a, que designa la interpretación de textos.
Suele ser identificado con Thot, el escriba de los dioses, inventor de los números y deidad del conocimiento, especialmente mágico.
Hijo de Zeuz y Maia, siendo un niño fabricó una lira a partir de la caparazón de una tortuga y robó el ganado del dios Apolo, otra de los grandes dioses olímpicos. Famoso por su inventiva, también se convirtió en la divinidad de los mercaderes y ladrones, mensajero de los dioses y conductor de las almas hacia el mundo subterráneo.
En el arte se lo representa como un joven dios con un sombrero ancho (denominado petasos), sandalias aladas (talara) y portando una vara con serpientes enroscadas en él.
El equivalente romano de Hermes es Mercurio, derivado del verbo mercari: comerciar. Es igualmente el dios del comercio, de los viajes y de los ladrones. Actúa como mensajero de los demás dioses. Dio también nombre al planeta más próximo del Sol.
Varios gnósticos han identificado a Hermes con Moisés, Cristo o san Juan. Esto puede entenderse si se recuerda que dicho dios es el amo o maestro del secreto y que un ser superior proveedor del conocimiento secreto está en el centro de todas las religiones.
Hermes Trismegistus
Hacia el final del período clásico, el neoplatonismo identificó al dios heleno Hermes con el egipcio Thot y lo llamó Hermes Trismegistus (Hermes tres veces grande). Se le atribuyen los denominados Escritos Herméticos, dedicados al saber mágico y místico. Su prestigio perduró en la magia y la alquimia medievales.
Eugenio Lasheras
No hay comentarios:
Publicar un comentario