Palabra o expresión injuriosa, ofensiva contra la divinidad o lo considerado sagrado. Proviene del latín tardío, que lo toma del griego blasphemia, de blásphemos. La raíz de esta voz también se encuentra en lastimar (resultado castellano de blasfemar), fama, eufemismo y fábula.
El verbo griego blasphemeín indica hablar mal de o de manera irreverente, calumniar, injuriar.
Blásphemos es quien injuria a los dioses, impío (sin piedad), maldiciente. Es un compuesto de blas (de origen no claro, quizá de la misma base que méleos: vano, inútil, y que denota un sentido negativo) y phémos (diciente, que habla o dice), originado en la raíz indoeuropea bha- (hablar).
Fama (reputación, estimación pública, renombre) deriva justamente del indoeuropea bháma (habla, lo que se dice, discurso).
En latín, fama presenta los siguientes significados: noticia (que corre de boca en boca); rumor, voz pública, traición; opinión pública, maledicencia (o sea, "decir, hablar mal"); nombradía, reputación, buena fama.
Ricardo Azcárate
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