Ninguna creación artística importante surge la nada o es fruto de la casualidad. Y todavía menos suele suceder eso en la literatura. El gran poeta es aquel que, bebiendo en las tradiciones anteriores, sabe adaptarlas a una nueva situación. En este terreno no cabe duda de que Hesíodo fue un gran maestro.
La mayor parte de los materiales que conforman la TEOGONÍA y LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS estaban ahí. Algunos pertenecen a la Grecia micénica y postmicénica tal como los descubrimos en los aedos que cantaban los poemas homéricos.
Los nombres de los dioses, algunos detalles de su historia, los catálogos de los ríos, el origen y las historias de muchos héroes, son aludidos ya en la Ilíada y en la Odisea. Es decir, pertenecen al sustrato cultural del mundo de Hesíodo y eran tan vez habituales en los concursos poéticos de Tespias, a los que quizá acudieran también él y antes su padre.
Otros elementos y forma literarias, en las que Hesíodo se nos presenta como innovador, son de origen oriental o tienen precedentes en Oriente y la explicación de su presencia en nuestro poeta ha dado lugar a diversas hipótesis.
¿Los trajo su padre cuando emigró de la Cime eólica hasta Beocia? ¿Los difundieron los poetas venidos de distintos lugares a los certámenes de las Musas?
Parece los más probable que estas tradiciones entraran en el mundo griego durante la época micénica. Son estos elementos sobre todo el el mito de las sucesiones de los dioses Urano, Crono y Zeus, la tifonomaquia (1), el nacimiento de Afrodita, el mito de las edades (con precedentes hindúes o persas o producto de una concepción indoeuropea original) y la creación de Pandora.
También géneros literarios nuevos como el de de la fábula (en Hesíodo la del halcón y el ruiseñor), o recursos como la sphragís (introducción en el poema del nombre del autor) y el tono didáctico de los Trabajos y días, ajeno al más narrativo de la épica hasta ahora.
La investigación moderna ha hecho el seguimiento de estos materiales y procedimientos hasta la Hattusa de los hititas, Ugarit (Ras Shamra, Siria) e incluso hasta Sumer. En efecto, el Reinado en los cielos contado en las tablillas hititas de Hattusa brinda en la sucesión de Alalu, Anu, Kumarbi y Tesub sorprendentemente parecidos -incluidos detalles como el de la piedra engullida por Kumurbi, de la que nacerá Tesub- con la historia de Urano, Crono y Zeus.
Y el Canto de Ullikummi o el poema Hedammu, igualmente hititas, ofrecen un precedente para la batalla entre Zeus y Tifón.
También se han señalado las similitudes, a veces muy fuertes, entre nuestro mito de las sucesiones divinas y la historia babilonia de Enuma Enlil, donde la pareja Apsû-Tiamat y los dioses Ea y Marduk son equiparables a Urano-Gea y a Crono y Zeus, respectivamente.
La Historia fenicia de Sankuniatón, recogida por Filón de Biblos en época de Adriano, que parecía una adaptación helenística de la cosmogonía y teogonía hesiódicas, pero que tal vez tenga su origen en textos épicos muy antiguos, como uno descubierto en Ras Shamra, demuestra el origen oriental de estos poemas. Y el parecido entre la creación de Adán en la Biblia y el de Pandora en Hesíodo o entre el sueño de Nabuconodosor (donde los metales y el barro representan la historia de Babilonia) en el Libro de Daniel y la historia de la humanidad en los Trabajos y días habla por sí solo, si no para defender una dependencia directa, sí para considerar su paralelo y posible origen de una fuente común.
También, el carácter didáctico de los Trabajos encuentra precedentes en Egipto y en Mesopotamia. Colecciones de máximas o consejos, dirigidos por un padre a un hijo o por un ministro a su rey, encontramos en esas regiones desde el Imperio Medio y desde la época sumeria.
De los documentos egipcios, en la Instrucción de Ptah-hotep un padre da consejos a sus hijos y se indica que lo único seguro es la justicia. Además, la Instrucción de Amem-em-Opet y la de Onchsheshonaqy ofrecen entre sus prescripciones ejemplos casi idénticos a los de Trabajos y días. En cuanto a los babilonios tienen gran parecido con nuestro poema las Instrucciones de Shuruppak, los Consejos de Sabiduría, de hacia el 1500-1200 a. C. y los Consejos a un Príncipe de comienzos del primer milenio antes de Cristo.
Además de todo esto, los calendarios de Hesíodo tienen precedentes en el calendario agrícola de Gezer en Palestina o en los calendarios egipcios que dividen cada día del año en 3 partes marcadas como buenas o malas, lo mismo que sucede con algunos de los Trabajos y Días.
Aurelio Pérez Jiménez
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(1) Lucha de los dioses olímpicos, con Zeus a la cabeza, contra el monstruo infernal Tifón (que en griego significa "humo"), ser engendrador por Gea (la Tierra). Tifón arrasaba todo lo que encontraba en su paso. Es una representación de lo caótico.